miércoles, 12 de septiembre de 2012

EL LADO OSCURO DEL BOOM INMOBILIARIO


Por Luis Ángel Delgado Flores.
El ámbito de la construcción ha sido uno de los principales puntos referentes del supuesto “crecimiento económico” que ha venido experimentando el Perú desde hace algunos años, convirtiéndose en uno de los sectores económicos más dinámicos y que mayor crecimiento ha experimentado con la ejecución de grandes obras impulsadas tanto por el Estado a nivel de todos los ámbitos (Gobierno Central, Regional y Local), como también desde el sector privado, en donde se ha procedido a fomentar y realizar una gran cantidad de proyectos inmobiliarios que han tenido una considerable acogida, debido a la gran demanda de vivienda que existe actualmente en nuestro país. Este galopante y prospero negocio de la construcción (cuyo mejor pergamino, es ser considerado el sector que más puestos de trabajo viene generando); sin embargo desde hace algún tiempo ha comenzado a desnudarse la faz oscura que encierra, cuya problemática deseamos sintetizar en las presente líneas.

En primer lugar, debemos indicar que un aspecto cuestionable del ámbito de la construcción, se relaciona que con las efectos perniciosos para las economías, teniendo en cuenta que éste denominado “boom inmobiliario” fue una de las principales causas de la crisis económica internacional que se inició en Estados Unidos y que se expandió por gran parte del planeta. En el caso de nuestro país, observamos que la presencia de inversiones sobre todo extranjeras han inyectado mayor cantidad de capital en nuestro país y teniendo en cuenta la expansión de las empresas que necesitan adquirir más espacio (sea urbano o rural), sumado al crecimiento de la población, ha conllevado a que el precio de los inmuebles comience a subir de manera vertiginosa en los últimos años debido a la demanda existente, hasta niveles sin precedentes incluso llegando a la especulación extrema, lo que ha motivado a que los proyectos inmobiliarios proliferen tremendamente y que las unidades inmobiliarias sean ofrecidas en su mayoría por medio de créditos hipotecarios a muy altas tasas de interés que son concedidas por bancos y entidades financieras. De modo tal, que en cualquier momento la oferta va superar a la demanda y la venta puede ir deteniéndose progresivamente, paralizando la circulación monetaria, perdiendo liquidez los bancos y entidades financieras, a lo que debemos agregar la casi inminente recesión global que viene dando en las principales economías del mundo y que amenaza llegar a nuestro país, lo que va a influir negativamente, afectando la capacidad adquisitiva de los clientes hipotecarios quienes se verían afectados para pagar sus créditos quienes al incurrir en morosidad, terminarían por agravar aún más la situación ante una eventual crisis económica que sería inminente también en nuestro país.
Por otra parte, tenemos que el móvil dinerario ha impulsado justamente esta producción en masa de grandes edificios y unidades inmobiliarias que se vienen construyendo de manera acelerada y vertiginosa y en muchos casos sin respetar las normativas procedimentales, en donde se encuentran establecidos los aspectos técnicos. Así tenemos por ejemplo construcciones realizados sin las condiciones de seguridad para los trabajadores, habiéndose producido hasta la fecha varios accidentes en grandes construcciones en donde han fallecido varios obreros y otros tantos han resultado gravemente heridos. Además de ello tenemos que se viene realizando también construcciones  en zonas prohibidas o sin las condiciones de solidez en sus estructuras, que se convierten en potenciales objetos de riesgos con consecuencias gravísimas ante movimientos telúricos, sobre todo en zonas sísmicas como Lima; lo cual constituye una alarma que debe ser tomado en cuenta por la autoridades ediles y también por los señores Magistrados del Poder Judicial, quienes en más de una ocasión permiten la continuación de obras claramente inviables e ilegales, por medio de la emisió de controvertidas decisiones jurisdiccionales.
Por último uno de los principales aspectos que debemos mencionar es el relacionado con la seguridad ciudadana, debido a la terrible ola de violencia que ha desatado en varias ciudades del país, en donde viene prosperando el rubro constructor y que está relacionado con la presencia de los principales actores en este tema como son los llamados gremios sindicales de Construcción Civil, los mismos que están proliferando y cuyo control ha sido tomado por diversas bandas del criminen organizado quienes se vienen disputando a sangre y fuego el control de las grandes obras que se vienen ejecutando en varias ciudades sobre todo de la costa norte peruana, debido a la gran cantidad de dinero que cobran como “cupos” a las empresas constructoras, quienes trasladan el costo al usuario final, que trae como consecuencia un mayor incremento del costo de los inmuebles. Debiendo resaltar la presencia de dos graves sucesos, por un lado la realización de actos de extorsión por parte de los delincuentes encubiertos bajo el rótulo de dirigentes sindicales y por otra parte las matanzas que se vienen perpetuando por parte de los diversos grupos existentes en el sector construcción civil; siendo que con su accionar se vienen manchando de sangre las calles de diversas ciudades, principalmente de Lima y del norte del país -entre ellas Chiclayo-, agravando aún más el nivel de inseguridad ciudadana que venimos padeciendo actualmente.
El sector construcción al igual que muchos sectores productivos que existen en nuestra economía nacional más que convertirse en fuente generadora de desarrollo, progreso y bienestar, se ha  convertido en nuevo y gran problema para la sociedad, ocasionando una gran cantidad de conflictos sociales, además de afectar el medio ambiente. Es por ello que consideramos necesario reflexionar que tan bondadosos son estos tipos de negocios, teniendo en cuenta que si beneficia a la mayoría o una simple élite. Que a nuestro modesto entender, viene a ser lo segundo, por lo que constituye una gran necesidad bajarle la velocidad al desenfrenado rubro constructor, debido a que permite controlar la temperatura de la economía, disminuir la especulación que crea inflación y el aumento en el costo de vida, además que es necesario que las ciudades tengan una imagen más amigable con los ciudadanos y el medio ambiente, pero además de contrubuir a la disminución de este terrible problema de la criminalidad asociados a la construcción que actualmente azotan a nuestra calles.

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