Mucho se ha dicho, en estas últimas semanas, sobre la marcha por el agua y sobre el proyecto Conga. Diferentes medios de comunicación como radio, prensa escrita, redes sociales y televisión; incluso por los medio locales se han presentado una serie de “publicidad informativa” sobre la actividad minera, bastante favorecedora (por cierto) mostrando todas las “bondades” del proyecto Conga, cosa que hasta cierta medida me hace gracia, sobretodo en este punto donde todos sabemos lo que realmente trae la minería, pareciera que en verdad, los autores de esta publicidad, creen que somos ingenuos. Deberían informar, también, por los medios de comunicación las desventajas de dicha actividad y los riesgos que ella trae, porque ¡existen! y en gran medida.
Lo que la publicidad informativa no nos dice es que no solo existe la posibilidad de una supuesta bonanza hipotética proveniente de los impuestos y el canon minero sino también, la eminente posibilidad de poner en peligro la integridad ecológica de la zona y, en particular, de las fuentes de agua que alimentan a Celendín y a los distritos y poblados en torno a la mina Conga.Así pues , si los pobladores cajamarquinos han convocado esta marcha: “La Marcha Nacional por el Agua”, es porque la actividad minera ya ha cobrado su cuota en Porcón, Combayo y Baños del Inca, donde se provocó la destrucción de varias lagunas en la que se ha encontrado aluminio, arsénico, zinc y hierro y que provocó la muerte de miles de truchas. O el tristemente recordado episodio de Choropampa donde ocurrió el mayor derrame de mercurio inorgánico ocurrido en el mundo, que afectó a más de mil familias, abandonadas hasta hoy y con problemas de salud por intoxicación. Recojo del artículo de la Rev Peru Med Exp Salud Publica, “El caso del derrame de mercurio en Choropampa y los daños a la salud en la población rural expuesta”, lo siguiente: “…La minería moderna no garantiza adecuados mecanismos de manejo, control y mitigación del impacto ambiental y la autoridad pública no otorga el derecho a la salud de poblaciones de los entornos mineros las cuales, desde el punto de vista del derecho a la salud ambiental, debieran ser consideradas como sitios potencialmente peligrosos para la salud…”
Los pobladores de Cajamarca han salido a la marcha no por intereses meramente políticos, o azuzados por los discursos demagógicos de su líder, no. Los cajamarquinos han marchado a las calles porque entienden bien que el agua es vida, que el agua contaminada es enfermedad y muerte y que la contaminación irracional de su ecosistema no se puede comprar ni con todos los millones de soles que ofrece Yanacocha. La comunidad cajamarquina no va a esperar a ver que pasa en Celendín en dos décadas más, después de tener la experiencia de Río Grande (que abastece al 50% del agua potable en Cajamarca) que ya ha perdido su cabecera de cuenca y su capa freática ha descendido más 130 metros en solo veinte años, ni esperar a ver que la minería cumpla sus promesas y están en todo su derecho, y en todo el deber como seres humanos de conservar y preservar su vida y la del planeta.
Fuente:
Las cuatro mentiras de minera Yanacocha (1) - http://www.cajamarca.de/mine/mentiras.htm
A la marcha por el agua -Semanario “Hildebrandt en sus trece”, año 2, número 91
“El caso del derrame de mercurio en Choropampa y los daños a la salud en la población rural expuesta - http://www.scielo.org.pe/pdf/rins/v26n1/a19v26n1.pdf
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