jueves, 21 de marzo de 2013

La movida verde

Por Fiorella Sánchez L.

En los últimos años, el tema del calentamiento global y la idea de un mundo que poco a poco se consume frente a nuestras ansias de comérnoslo, se ha convertido en toda una movida social, existencial y hasta política, cosa que, aunque parezca bonita por fuera trae más implicaciones negativas de las que pensamos. Y es que hay un algo profundo que nos une a este movimiento protector, un algo aprovechado por muchos para saciar sus propias expectativas, apartándonos  de la real y delicada situación en que vivimos.
No es novedad que todos percibimos un aumento de la contaminación, de la destrucción de los ecosistemas, de la extracción abusiva e irracional de nuestros recursos y  del concepto real o imaginario del calentamiento global (existe la teoría de que es puro cuento[1]), el problema radica en el desconocimiento de otros puntos menos perceptibles, pero de tanta o más importancia que los acotados anteriormente.
Así pues no se está tomando en cuenta el verdadero trasfondo del asunto,  mostrándonos solo el bombardeo mediático que liga a “la movida verde” con  actividades destinadas a “ayudar” al planeta de forma muy comodona, haciendo pensar a muchos que “han contribuido con su parte”, sin considerar, en primer lugar , que cuidar el planeta no solo significa cuidar las plantas y animales y recursos no renovables, sino también cuidarnos unos a los otros y sobretodo aprender a cuidarnos a nosotros mismos.
Infinidad de iniciativas como limpiar playas, sembrar árboles, organizar bicicleteadas, donar dinero  para salvar animales en peligros de extinción, etc., han perdido su verdadero valor al  ser utilizadas de forma indistinta  por personas naturales o jurídicas que lo único que buscan es beneficiar su imagen con acciones ínfimas e incluso acciones que solo figuran en un papel.
Y  que quede claro que no menosprecio ninguna de estas actividades,  ni el  valor que puede llegar a tener dirigidas a hacia un plan con objetivos específicos (incluso nosotros hemos echado mano de algunas actividades en nuestra asociación); lo que realmente me indigna es que se siga pensando que un “movimiento ecológico” va a salvar al mundo… ¿salvarlo de qué?, si  el planeta ha sobrevivido ya  a circunstancias extremas durante  millones de años y sin nuestra ayuda. ¿Salvarlo de qué? ¿De nosotros? Es una idea absurda.
El planeta no está en peligro, quiénes realmente lo estamos somos los mismos seres humanos, que con nuestro accionar indiferente e inconsciente seguimos cortando posibilidades de sobrevivir y de desarrollar nuestra existencia y capacidades a plenitud.
Entonces la movida verde es  otra forma más de hipocresía, banalidad, mentira, hasta que no se vea acompañada de un cambio real, profundo e interno en cada uno de nosotros, que  nos permita comprender que somos una unidad, un solo ser, un planeta y que  la directriz más sencilla para aplicar este concepto son las sabias palabras del hombre que cambio nuestra historia:" Ama a tu prójimo como a ti mismo"…. Así sea


[1]  "La gran estafa del Calentamiento Global"- Documental, producido y emitido por el Canal 4 en Gran Bretaña en 2007. Documental respaldado por eminentes científicos que critican el aceptado consenso de que el cambio climático está causado por el hombre.

lunes, 11 de marzo de 2013

Calidad de vida

Por Fiorella Sánchez  L.

Cuando se habla de apostar por una mejor calidad de vida,  muchas veces se entiende solo como una percepción subjetiva de mejora y bienestar con respecto a ciertos agentes internos o externos del individuo (salud, estado psicológico, valores, normas, cultura, educación, etc.) Lo que hace que la “calidad de vida” como tal quede coaccionada, por un lado, a lo que cada persona quiere y por el otro, a lo que cada persona necesita. Entonces, casi siempre,  una persona sabe lo que quiere,  pero muchas veces no sabe lo que necesita,  y he aquí el punto al que quería llegar:

¿Quién o quiénes  determinan lo que necesitamos? Para responder esta pregunta  es necesario hacer una pequeña ilustración sobre las necesidades según la pirámide de Maslow :

  •   Necesidades básicas, fisiológicas y  las relacionadas con nuestro instinto de supervivencia para obtener  seguridad y protección
  • Las relacionadas a nuestra formación  y búsqueda de aceptación  en el medio social
  • El deseo de trascendencia y auto realización.

Así se podría pensar que  las necesidades las determina  la condición innata del ser humano y que este es libre de  escoger lo que quiere, pero ojo hay que recordar que querer y necesitar no es lo mismo.  Por ello, a la hora de escoger cabe preguntarse ¿cómo escogemos lo que queremos? Si bien  nuestro proceso mental  es autónomo y decidimos en base a nuestro propio juicio, este juicio se forja a través del aprendizaje en  la familia, la escuela, los grupos sociales y otros como los medios de comunicación.

Ahora bien nuestra inteligencia nos dice que debemos tomar lo mejor para saciar nuestras carencias,  la conciencia nos indica cuanto es lo necesario, y  la espiritualidad nos aconseja transcender a ellas  renunciando incluso  a su satisfacción inmediata , sin embargo  el mundo moderno nos exige que obtengamos todo , en gran cantidad y ya mismo. ¿Y por qué? Por algo muy sencillo porque mucho de lo que buscamos puede ser objeto de una transacción económica, es decir existe alguien que nos quiere vender algo, lo más pronto posible, para hacerse de dinero.

Bien, las personas se pueden ganar la vida siendo comerciantes y empresarios,  siempre y cuando sean honestos;  pero ¿qué pasa cuando ese alguien tiene mucho, muchísimo dinero y no solo quiere vender en pequeñas cantidades sino que quiere  venderlo todo y hacerse del dinero de todo el mundo, a cualquier costo?  Entonces comienza la corrupción,  la violencia y  la manipulación masiva a través de los medios de comunicación.

Y es desde este ambiente de codicia es de donde  nacen los programas  basuras de la tv, que promueven la ignorancia y la mediocridad y que en sus  espacios publicitarios no solo vende productos y  servicios sino que ofrece fantasías y expectativas, para esas mentes vulnerables que cree que en la tele todo es cierto y bueno. Entonces ya no  se vende un jugo, sino el jugo que toma el personaje favorito de mi serie, con el cual me identifico, no se vende un desodorante, sino la oportunidad de tener una pareja;  no se ofrece un servicio educativo sino el éxito para la vida; no se vende  las pastillas para bajar de peso, sino autoestima; no se vende una gaseosa sino la felicidad….

De este mismo ambiente nacen  los gobiernos comprados, los políticos vendidos, los recortes  en los presupuestos de los sectores educación y cultura,  la falta de oportunidades y la  percepción de desconfiar de todo el mundo. Es de este acaparar de este querer apropiarse de todo para tener el poder de todo, de estas mentes codiciosas y  criminales que nace el caos y el revanchismo, la ignorancia y la fe crédula en cualquiera que parece que nos puede “salvar”.

Frente a toda esta maquinaria millonaria que nos vende todo, que nos roba toda que nos adoctrina para elegir lo que ellos quieren, que  desestabiliza la paz  y unidad de una nación (así de malo es su efecto)  estamos nosotros, creyendo  en ellos  ( en toditos ellos), desconfiando de todos los demás , eligiendo como llenar nuestras carencias ( todas ellas) por fuera,   apostando por  la nueva autoridad  (que de seguro tiene  harto dinero metido en alguna de esas empresas y que no le importa nadita nuestra vida) , comprando el nuevo producto que me hará ver más atractivo, más delgado, más alto…“haciendo shopping”,  consumiendo y exigiendo “CALIDAD DE VIDA” … ¡Cuánta ingenuidad!

Somos responsables de nuestra calidad de vida, porque esta, la verdadera y bien entendida, radica en nuestro interior y en la aplicación de la esa voz interior que llamamos Consciencia, todos hemos sido provistos de ella y  aunque hable bajito, nos dice que es lo correcto y lo justo.  Que uno se haga el loco;  esa es otra cosa.

Por otro lado queda el conocimiento, la búsqueda, el análisis y la  humanidad que nos conviertan en agentes activos de un cambio interior y verdadero que se refleje en la  creación de soluciones certeras a los males que nos aquejan.